Rodolfo y la iguana. |
Apenas llegaba a Tonalá y comenzaron las aventuras... sabía que era necesario rescatarla, pero me daba tanto miedo que me mordiera la enorme iguana... Rodolfo fue más valiente y sujétandola por la parte posterior de la cabeza la sacó de entre los fierros y la puso sobre una barda. Estuvo unos instantes inmóvil, atontada; pensé que se iba a morir, pero unos segundos después reaccionó y corrió ágilmente hasta treparse a un árbol.
Un poco más tarde Lyna nos condujo al centro de Tonalá para dar un vistazo sumamente rápido de camino a la playa... no lo podía creer, mi viaje estuvo tan completo que incluyó playa.
En menos de media hora llegamos a Puerto Arista, donde alcanzamos los últimos rayos del sol para tomar unas fotos.
Igual que durante todo el viaje, no había hecho planes acerca de dónde pasaría mi última noche en Chiapas. Podría ser en la casa de mi sobrina, o en el pequeño hotel de la familia en el centro de Tonalá, o en algún hotel de Puerto Arista. Más tarde consultaría tarifas, pues es mi estilo ahorrar en hospedaje para gastar holgadamente en paseos, comidas y diversiones. Pero Lyna me sorprendió con una lección de generosidad y cariño que jamás olvidaré: acallando mis protestas y obligando al joven de recepción me pagó una noche en el hotel Bugambilias antes de regresarse a Tonalá. Fue una maravilla.
Amanecer en Puerto Arista. |
Esa noche, después de cenar unas tlayudas en un negocio no tan cercano, regresamos a la playa, donde me tendí sobre la arena, escuchando a las olas rugir y tratando de contar miles de brillantes estrellas. La arena estaba fresca, pero con tan solo rascar un poco se sentía intensamente caliente, era evidente que había sido un día de mucho calor.
Un rato después me refresqué en la alberca del hotel, totalmente desierta a esa hora y en esa temporada. Luego, un regaderazo y a dormir. El aire acondicionado fue una bendición.
Junto al almendro que da nombre al restaurant. |
Regresamos a Tonalá, donde Gil, un simpático amigo de la familia, nos preparó un delicioso coctel de camarones con ostiones y tichindas, unos pequeños moluscos que jamás había visto y mucho menos probado. Fue así que Gil, Rodolfo y yo disfrutamos una magnífica comida en familia presidida por mi primo Miguel, junto con mis sobrinas Lyna y Marisol, José Miguel y las hijas de Marisol: Sofía y Priscila, niñas encantadoras y muy educadas y cariñosas que desde el primer momento me llamaron tío.
Entre pláticas el tiempo fue pasando y ya casi era hora de emprender el camino al aeropuerto, que se encontraba a varias horas de distancia. Originalmente había pensado en tomar un autobús o un taxi, pero nuevamente fui sorprendido con la generosidad y el cariño de mi familia, esta vez mi guapísima sobrina Marisol y una amiga de ella nos llevaron hasta el lejano aeropuerto en Chiapa de Corzo. El viaje de unas tres horas nos dio oportunidad de platicar mucho y recordar anécdotas de familia.
Unos perros juguetones en la playa. |
Desde hace más o menos un par de años pasa por mi mente la idea de irme a vivir en un plazo de cinco años o menos a Progreso, en Yucatán. Sin embargo, Chiapas es un estado tan hermoso y con tantas maravillas que ahora ya no estoy tan seguro. El tiempo lo dirá. Por ahora, hasta pro
nto, Chiapas. Gracias, Chiapas.
Hola Tino!
ResponderBorrarParece una visita maravillosa y tranquila. Me gusta la idea de ir después del caos de la Semana Santa. Y qué valiente es Rodolfo, y tu la damisela en apuros, jeje.
Saludos y un fuerte abrazo,
Kim G
CDMX, México
Donde he pensado más que una vez en la playa porque sigue haciendo frío acá.
Jajajaja la damisela en apuros... son impresionantes estos animales, de verdad yo no me animo a agarrarlos, hace tiempo tuve una iguana pequeña de color verde y me pegó varias veces muy fuerte con su cola, también me rasguñó y me causó unas heridas muy finas y dolorosas. Y respecto a Puerto Arista, de verdad estuvo muy, muy tranquilo esos días, parece que así está siempre, excepto en Semana Santa, saludos.
BorrarQué bonito Tonalá!
ResponderBorrarSí, de verdad es muy bonito, y es que Chiapas tiene de todo: sitios arqueológicos, pueblos mágicos, tradiciones indígenas, ríos, lagunas, cascadas, selva y también playas. Un paraíso.
BorrarQuiero conocer Tino, quiero conocer.
ResponderBorrarPues no lo dudes, de verdad Chiapas tiene muchas cosas que te van a gustar y te la vas a pasar de lo lindo.
Borrar