Se Llegó El Día: Mis 50 Años

Me regalé flores.

El domingo 3 de abril llegué a mi cumpleaños número 50, y aunque varias personas me decían "hay que celebrar en grande", la verdad yo no tenía tantas ganas de organizar una gran fiesta, estar rodeado de mucha gente, con mucha música, comida y bebida. Deseaba reunirme con unos pocos amigos y salir a comer a un buen restaurante, pero el día anterior se había ido a en viaje de trabajo Héctor, y sin él la celebración no estaría completa. De modo que esa misma mañana decidí que nos iríamos a comer solamente Rodolfo, mi mamá y yo.
Días antes había decidido regalarme flores, sí señor... flores para mí, como muestra de mi amor.
Ya se acercaba la hora de ir por mi mamá, pero Rodolfo insistió en que él se adelantaría a comprarme un regalo y luego llegaría a casa de mamá, así que tomé un pequeña siesta para darle tiempo y luego me dirigí a casa de mi mamá. Y cuando llego ahí, ¡sorpresa!, ahí se encontraban mis hermanos y algunos sobrinos, convocados por Rodolfo, y tuvimos una comida en familia. Partimos el tradicional pastel, y recibí otro ramo de flores de mi sobrina Denisse. Un poco más tarde me encontraba en el patio, platicando, cuando se escucharon los acordes inconfundibles de la música de mariachi en la calle. ¿Mariachi?
Y que llegan justamente al patio de mi casa... no lo podía creer, pero sí, el mariachi era para mí, ¡por primera vez en la vida tenía una serenata con mariachi, ese era el regalo sorpresa de Rodolfo! Mi mamá se encontraba junto a mí y al igual que yo se emocionó mucho, ella creyó que era su cumpleaños y que el mariachi era para ella, yo no la contradije y disfrutamos mucho este hermoso regalo.
Fue así que, sin querer, sin planearlo, celebré mis 50 años de vida. Sin excesos, sin multitudes, rodeado de mi familia. Con mis amigos ya habrá oportunidad de celebrar.

Mi mamá y yo, emocionados con el mariachi.

Mariachi para mí.

Flores cortesía de Denisse.

Con mi querido hermano Felipe.