Llego temprano a casa. Abro la llave pero otra vez no hay agua. Me empiezo a impacientar y subo al techo para ver si se logró llenar el tinaco. Negativo. Veo en todas direcciones y me pregunto para qué diablos me vine a la casa. Me hubiera ido a...
En eso veo a un pequeño y ágil colibrí, libando a toda prisa el néctar de las flores de mi anacahuita del patio. Un momento fugaz y luego desapareció a toda velocidad. Esta hermosa visión bastó para hacerme olvidar el mal rato. Al cabo nadie quería bañarse ni lavar patios ni ropas.
Pues aí está, quédate tranquilo que pronto habrá agua y el colibrí seguirá revoloteando por tu casa.
ResponderBorrarSaludos.
Observar a la naturaleza actuar nos recuerda que la civilización aún no puede satisfacer todas nuestras necesidades (¿podrá?) ...
ResponderBorrarcompadre, la neta, inundaciones y huracanes vinieron y vendran, y la verdad no es nada nuevo en nuestro estado, asi que si no se derrumbo tu casa, o las calles de tu cuadra quedaron intreansitables, bien!!!!.
ResponderBorrarvamos a levantarnos, vamos a hacer de lo poco que quedo un mucho.
saludos.
la belleza del animalito se llevo tu mal humor :)
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