Apenas ahora que empiezo a escribir sobre este
tema, recuerdo que fue hace más de dos años, no uno como yo creía, que empecé
mi aprendizaje del idioma chino.
En aquel entonces hice solamente un breve
curso introductorio, en el que aún no nos enseñaban caracteres, sino solamente
pin yin, que es el sistema oficial para transcribir los caracteres chinos al
alfabeto latino, con acentos y otros símbolos diacríticos para identificar los
tonos.
Dejé pasar más de un año, y en 2012 reinicié
mis clases; tomé un curso, pero luego ocurrió lo de mi operación y ya no pude
continuar. Viendo a la distancia, en ese tiempo pasaba por ciertos problemas y
no le presté toda la atención debida al curso; principalmente, caí en la
práctica mediocre de solamente asistir al curso sabatino y no dedicar ni un
minuto durante la semana a repasar, y ahora comprendo que esto era esencial.
Este año me animé a reanudar mis estudios,
pero ahora en una escuela de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y ahora sí me
propongo ponerle mucho empeño y disciplina para aprender lo más posible. Hasta
ahora todo ha ido muy bien, inclusive saqué un 97 en el primer examen.
Me han preguntado la razón por la que deseo
aprender chino. Hay varias razones, pero la principal es que me apasiona todo
lo chino: el idioma, la cultura, los caracteres, el país… quién sabe si en otra
vida fui un ciudadano de esta nación oriental. Un guerrero mongol. Un sabio
emperador. Un noble manchú. O un simple empleado de alguna gran tintorería.
Por otro lado, sueño con hacer un viaje a
China (soñar no cuesta nada, y a veces se hacen realidad nuestros sueños), y
cuando esté allá quiero al menos entender un poco lo que voy a ver, oír, leer;
no ser el neófito total y asimilar todas las experiencias lo más que pueda.
Otra razón es que observo que el idioma chino
cada vez está teniendo mayor presencia globalmente, de hecho poco a poco cada
vez más escuelas lo están enseñando como segunda lengua a los niños. De modo
que si aprendo bien, quizá lo pueda capitalizar, hacer negocios, etc.
Finalmente, he escuchado que la falta de
actividad del cerebro es condicionante, si no causante, de enfermedades que
causan la pérdida de memoria, como el Alzheimer, así que aprender este idioma
tan complicado me parece un antídoto fenomenal para curarme en salud.
Hace algunas semanas, la coordinadora de la
escuela nos fue a preguntar si estábamos interesados en tomar el examen HSK,
que es el examen de suficiencia del idioma chino. Mi primera reacción fue
negarme, pero como insistieron, y además nos dijeron que tomaríamos únicamente
el nivel 1 del HSK, acepté. No sabía lo que estaba haciendo.
Al aceptar, tuve que empezar a tomar un curso
preparatorio (adicional al curso de los sábados) los martes y los miércoles,
así como a estudiar mucho porque es requisito saber de memoria 150 caracteres,
además de familiarizar el oído para poder entender instrucciones y preguntas.
Parecen poquitos, pero 150 caracteres son 150 caracteres… lo bueno es que le he puesto mucho empeño y
he utilizado varias herramientas para memorizarlos, como libros y aplicaciones
web; casi todo el tiempo me lo paso escribiendo y practicando, de hecho
verdaderamente he soñado con ellos.
A veces me pregunto por qué me metí en este rollo, que
casi no me deja tiempo libre y que me exige demasiado, pues no es lo mismo
aprender a mi edad que a la edad de mis compañeros y compañeras, que ronda los
17-19 años. Pero algo bueno tiene qué salir de todo esto. Sobre todo, la
posibilidad de hacer mi viaje soñado el próximo verano, con precio especial
subsidiado por la escuela. Qué nervios.No estaba seguro, pero efectivamente, hoy fue el último día de preparación para el examen HSK Nivel 1. Al recibir la noticia, algunas compañeras exclamaron frases de lamentación, se sintió inmediatamente un aire de nostalgia. Vaya, una etapa más... se me hacía tan pesado, pero he aquí que ya terminó. ¿Y ahora? Ahora, a seguirse preparando para el examen en unas tres semanas.
Muy interesante! Adelante muchacho, espero con ansia cuando cumplas tu sueno.
ResponderBorrar