lunes, marzo 28, 2016

Pascuas

Con el Domingo de Pascua, fecha en la que el mundo cristiano conmemora la Resurrección de Jesucristo, finalizó la Semana Santa 2016. Nunca he sido muy religioso y no profeso ninguna religión, así que no asistí a las misas y ritos de este tiempo, pero ayer domingo desde temprano estuve recordando mucho a mi hermana Carmen y en su honor y recuerdo me apersoné en la Catedral y asistí a la Misa de Resurrección.
Contemplando el interior de la iglesia, recordé que cuando era niño Carmen nos llevaba a mí, a mi hermana Mónica, a mi mamá y a su hija Mireya a las celebraciones eclesiásticas; poco comprendía yo del significado de la ceremonia del Lavado de Pies, de la Pasión de Cristo, del Sábado de Gloria... pero ahí estaba, recorriendo los 7 Templos aburrido, con los pies cansados y con ganas de regresar a casa.
Son recuerdos que se quedan para siempre. Y que ahora, a muchos años de distancia, me hacen pensar qué bonito sería llevar a participar a algún niño o niña en alguna tradición, no necesariamente religiosa, pero por ejemplo llevarlos a alguna librería, a un paseo ciclista, a un espectáculo divertido. Y si bien no tengo hijos, tengo muchos sobrinos, pero por alguna razón que en este momento escapa a mi comprensión, nunca se ha presentado esta oportunidad. Pero como dicen, nunca es tarde...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Share Your Thoughts