miércoles, noviembre 23, 2016

Una Casa Para Mí

Es increíble, pero ya pasó un mes de que me cambié de casa... no había escrito acerca de ello porque todos estos días he estado muy contento, disfrutando tanto este nuevo espacio que he salido muy, pero muy pocas veces. Algunos amigos me han invitado a comer o a otras actividades, pero al menos este primer mes yo he preferido quedarme en casa. Ahora que lo pienso, es como... una luna de miel.
Mi analista siempre me ha dicho que "mi casa" soy yo, así es que..

Anteriormente había escrito sobre lo descontento que estaba en la casa anterior... estaba desesperado por cambiarme y algunos amigos me sugerían cambiarme a otra zona de la ciudad, pero yo no hacía caso porque a mí me gustó mucho esta colonia precisamente. Durante semanas y meses recorrí las calles, a pie, en bici, en el carro... para ver si se desocupaba una casa, pero nada.
Un viernes por la tarde que venía de regreso a la casa, me encontraba a sólo un par de cuadras cuando tuve un súbito antojo de unas galletas, así que cambié de dirección para dirigirme a una tienda. Pero mientras lo hacía me reprendí por estos deseos pecaminosos (ahora que estoy cuidando más mi alimentación y he regresado al gimnasio) y aborté la misión.
Así que me dirigí nuevamente hacía la casa que arde de día y de noche por un camino distinto, pero poco antes de llegar un camión repartidor de agua parado a media calle me impedía el paso. Tenía que meterme por una calle que no topa con una escuela, de modo que hay que sacarle la vuelta y regresar por una calle paralela.

For Rent? For Me!

Decidí pensar positivamente y me dije: "Si Dios me puso a que entrara por esta calle sin salida, algo tiene para mí aquí". Y efectivamente, justo al dar la vuelta un letrero anaranjado que decía FOR RENT llamó tan poderosamente mi atención que me detuve de inmediato a ver. Se trata de una casa de dos pisos; en la planta baja vive la propietaria, una señora mayor muy simpática y educada, y la planta alta, con su entrada independiente, es la que estaba en renta.
 Toqué a su puerta para pedirle información, y ella con mucho gusto me condujo por las escaleras para que pudiera echar un vistazo a la casa. Cuando llegamos a la planta alta, sin siquiera haber entrado a la casa, vi su hermosa terraza con vista al Cerro de la Silla y de inmediato me dije a mí mismo: "Sí, acepto".
Mientras me mostraba la casa, me comentó la señora que el lugar estaba desocupado desde hacía tres meses. La interrumpí: "¿Pero cómo? Tengo varias semanas de pasar por aquí y nunca había visto el letrero". Fue cuando me dijo que no se había sentido muy bien debido a una reciente pérdida, así que apenas hasta ese día por la mañana había colocado el letrero. Al final de la entrevista me dijo que le daría mucho gusto que fuera yo quien rentara la casa; lo cual me halagó mucho.
No necesité pensarlo mucho; notifiqué a mi rentero anterior que próximamente desocuparía su casa y posteriormente regresé con doña Angelita para confirmarle que sí sería su inquilino.

Por dentro, la casa es muy espaciosa y agradable, con mucha luz y ventilación; aquí sí funcionan las ventanas, pero por si no fuera suficiente, las dos recámaras cuentan con aire acondicionado. El baño es también muy amplio, así como los espacios para la cocina y la sala comedor, todo muy organizado. No pude mudarme tan pronto como hubiera querido, porque tenía muchísimo trabajo esos días, pero tan pronto tuve un día libre me cambié de inmediato.
Lo único malo fue que mi adorado sofá de color chocolate no pudo entrar, pues la puerta de entrada es muy estrecha. Lo lamenté mucho porque el sofá es como mi segunda cama, es mi refugio, mi descanso, el lugar donde me siento abrazado y protegido. Pero quizá era el momento de cambiarlo. Hace una semana fui a elegir uno nuevo, más bonito y moderno, y deben traerlo el día de mañana.
Apenas el fin de semana pasado me dediqué a colgar los cuadros y pinturas, lo había estado posponiendo pero ahora sí ya se ve mucho mejor.
Me falta comprar unos muebles para la terraza, para poder sentarme a gusto a contemplar las nubes, la luna y las estrellas.

2 comentarios:

  1. Congratulations!! From the manner in which you found the house, it seems as if you were meant to be there! I hope you are very happy in your new home.
    Saludos,
    Bill

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  2. Thanks, Bill, and certainly I'm very, very happy here, in fact so happy that in the first month I would turn down invitations for lunch or dinner from my friends, as I'd rather stay home. Also, I've discovered hidden talents for finding decorations that will make my house more comfortable and warm. Saludos.

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