Qué gran bendición es tener amigos, caray. Me considero afortunado porque tengo un puñado de amigos que han seguido fieles a través de los años, y juntos hemos aprendido, hemos compartido experiencias y nos hemos dado apoyo. En estas últimas semanas mis amigos han ocupado un lugar muy importante en mi vida, e incluso se han hecho presentes algunos de ellos con quienes había perdido el contacto. Voy a mencionar a algunos de ellos, espero que los demás no se vayan a sentir desairados, los quiero mucho a todos. Y si hace mucho que no estamos en contacto, ¿qué esperan? ¡Háblele!, como decía el gordito del comercial de Telmex.
En primer lugar, había perdido el contacto con mi preciosa Narce... hasta que la semana pasada ella tuvo el valor de preguntarme a qué se debía mi alejamiento. A eso le llamo una amistad ¡madura! Seguimos tan amigos o más que antes.
Hoy cumple años mi guapa amiga Mayté. Tenemos años de conocernos, pero durante el último de ellos hemos estado más cerca, mutuamente nos damos ánimos, nos animamos a seguir adelante, reímos, conversamos, maduramos. Felicidades, chiquilla.
Ayer platiqué con el buen Leo. Degustando comida china y unas cervecitas, me agarré platicándole mis preocupaciones derivadas de mi situación económica actual y mis expectativas profesionales, así como uno que otro problemilla. Me escuchó con mucha paciencia, y al final me dio unos consejos muy sabios. Me dio muchos ánimos e ideas para reflexionar; me hizo recordar mi valía y me dió un jalón de orejas para que tenga FE y me concentre en lo bueno y no en lo malo.
Hace un par de días le envié un mensaje al Pingüino, para agradecerle todas las veces que me ha escuchado y que me ha ayudado a salir de broncas. Él siempre es así, ayuda a los demás pero es muy raro que pida ayuda, parece siempre fuerte y valiente.
Tengo un nuevo amigo. Bueno, ni tan nuevo. Lo que pasa es que antes siempre había sido mi sobrino; lo conozco desde que era un bebé, bueno, desde antes de que naciera (y vaya que se empeñó en nacer). Hemos estado muy cerca últimamente, especialmente desde hace un par de años que fue injusta e indebidamente acusado de un robo y tuvo que pasar un tiempo fuera de la circulación. Hablamos de carros, de religión, de filosofía, de la familia, de nuestras broncas, y mientras más platico con él más me doy cuenta de que es un gran amigo y un ser humano más bueno que el pan. Un abrazo, Chris.
A mediados de semana platiqué con el Pollito, me inspira mucho su capacidad de salir adelante y sobreponerse a una gran pérdida en una etapa muy tierna de su vida.
Y llegamos al día de hoy, cuando me llega un correo de mi amigo Lalo, entrañable compañero de aquellos años en El Norte. Aunque no nos vemos muy seguido, y de hecho pasan meses y a veces años para volvernos a reunir, la amistad sigue intacta, fraternal. Ya acordamos reunirmos pronto para ponernos al corriente y hablar sobre proyectos de trabajo.
Así como ellos, día a día tengo amigos y amigas que alimentan mi espíritu y me acompañan codo a codo en este sendero siempre cambiante y siempre desconcertante que se llama vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Share Your Thoughts