miércoles, octubre 01, 2008

Ya Tengo Carro. Gracias, Christian

Ayer, ya para salir de la oficina, apenas me disponía a marcar el teléfono de Christian. Había estado posponiendo la llamada, temiendo enterarme de cuál había sido la falla y sobre todo de cuánto costaría repararla. En eso estaba cuando entró su llamada, vaya, eso es telepatía. Me informa que ya está listo mi carro y que la falla no habia sido la transmisión, sino que aparentemente fue un problema con la caja de humos y hubo que quitarle el catalizador. ¡Qué alivio! Gracias, gracias, gracias.
Tan aprensivo como soy, estuve muy mortificado estos días, pues aún no he aprendido a relajarme y no sé cuando lo lograré.
Unas horas más tarde, después de impartir mi clase de los martes, hice un largo recorrido en dos camiones hasta llegar al otro lado de la ciudad, para recoger mi carro. Antes de llegar compré unos tamales, pues tenía mucha hambre. Ya era tarde y ellos ya habían cenado, así que me senté a la mesa en compañía de mi adolescente sobrino Félix, y como siempre que visito este bendito hogar, el tiempo se me fue volando en la plática con mi hermana y mis sobrinos. Ya casi era medianoche cuando emprendo el viaje de regreso. Qué bonito es tener mi carro otra vez. Me siento muy agradecido, es una buena noticia en medio de tantas preocupaciones.
Y es que en estos últimos días por todas partes escucho comentarios sobre la difícil situación económica, la falta de trabajo, los despidos, etc. Sigo con temor las noticias sobre el desplome financiero en Estados Unidos, situación que nos afecta por nuestra gran cercanía y dependencia de esa nación. Nada menos en la empresa en la que trabajo, las ventas han caído terriblemente debido a que el sector de la construcción en Estados Unidos, a quien le vendíamos, está colapsado. Agradezco tener trabajo, aunque el sueldo no sea muy alto, pero me preocupan ver que la empresa está en una situación precaria y el futuro sea incierto. Empiezo a pensar en opciones, cómo he de reaccionar en caso de que alguien se lleve mi queso.
Ah, ojalá no fuera tan preocupón y aprensivo. Ojalá pudiera realmente alcanzar una paz interior a prueba de tormentas, estar siempre animoso y listo para seguir adelante. Medito, oro y trato de recordarme siempre de pensar positivamente, dejar de concentrarme en lo negativo y sobre alejar las ideas catastróficas. La verdad es que finalmente sí logro sobreponerme a la inquietud, pero a costa de un gran, gran esfuerzo.

Ayer mi hermana Lola me mostró un texto que consiguió en una tienda. Se trata de unas Bendiciones Irlandesas, muy bellas y dignas de compartir. Las reproduzco:

Bendiciones Irlandesas

Que el camino salga a tu encuentro
Que el viento siempre esté detrás de ti
Y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y hasta que nos volvamos a encontrar,
Que Dios te sostenga con el puño de Su mano.
Que vivas por el tiempo que tú quieras,
Y que nunca quieras vivir tanto como vives.
Recuerda siempre olvidar
Las cosas que te entristecieron.
Pero nunca te olvides de recordar
Las cosas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar
A los amigos que resultaron falsos.
Pero nunca olvides recordar
A aquellos que permanecieron contigo.
Recuerda siempre olvidar
Los problemas que ya pasaron
Pero nunca olvides recordar
Las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro
No sea peor que el día más feliz de tu pasado.
Que nunca se te venga el techo encima
Y que los amigos reunidos debajo de él, nunca se vayan.
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer,
Una luna llena en una noche oscura,
Y que el camino siempre se abra a tu puerta.
Que haya una generación de hijos
En los hijos de tus hijos.
Que vivas cien años,
Con un año extra para arrepentirte!
Que el Señor te guarde en Su mano
Y nunca apriete mucho tu puño.
Que tus vecinos te respeten,
Los problemas te abandonen,
Los ángeles te protejan,
Y que el cielo te acoja,
Que la fortuna de las colinas Irlandesas te abracen.
Que las Bendiciones de San Patricio te contemplen.
Que tus bolsillos estén pesados
Y tu corazón ligero,
Que la buena suerte te persiga,
Y cada día y cada noche.
Muros contra el viento,
Y un techo para la lluvia,
Y bebidas junto a la fogata -
Risas para consolarte
Y aquellos a quienes amas cerca de ti,
Y todo lo que tu corazón desee!
Que Dios esté contigo y te bendiga,
Que veas a los hijos de tus hijos,
Que el infortunio sea pobre, rico en bendiciones.
Que no conozcas nada más que la felicidad
Desde este día en adelante.
Que Dios te conceda muchos años de vida,
De seguro Él sabe que la tierra
No tiene suficientes ángeles

Este texto lo encontré en un sitio de Internet muy interesante que contiene muchas reflexiones muy bellas, así como técnicas para meditar, oraciones, pensamientos y frases positivas: http://www.actosdeamor.com/

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