martes, noviembre 25, 2008

Nota Roja

Nunca supe como se llamaba. Yo lo veía cada vez que iba a comprar algún periódico o revista a su casa, en cuya entrada su mamá había improvisado un pequeño puesto. Creo que yo tendría unos 14 ó 15 años y él parecía un par de años menor.
No se me olvida que cada vez que llegaba yo a comprar algo me dirigía una mirada burlona y retadora, si bien nunca me dirigió palabra alguna. Algunas veces cuchicheaba algo con su hermana y ambos rompían a reír. Yo pagaba mi revista Òrbita o mi periódico El Norte y me retiraba.
No sé exactamente qué le causaba gracia. Supongo que me rechazaba por ser distinto a la mayoría de los muchachos de mi edad en esa área de la colonia Independencia, pues yo me comportaba en forma educada y amable y trataba de vestir muy pulcramente.
Hace algunas semanas caminaba yo hacia la parada del camión cuando lo vi sentado en una banqueta, en la esquina que está frente a su casa. Estaba junto a un hombre de pelo largo y vestido de mujer; ambos se veían sucios y desaliñados, con visibles señas de haberse corrido una buena parranda.
Esta mañana me estaba vistiendo cuando escuché al conductor del noticiero hablar sobre un incidente en calles muy próximas a la casa de mamá. Nervioso, corrí al televisor y vi a este hombre, sin camisa, como si estuviera drogado o alcoholizado, rechazando violentamente la ayuda de los socorristas.
Estaba ensangrentado. Aparentemente se encontraba robando en alguna casa vecina cuando alguien lo sorprendió y lo atacó con un arma blanca, causándole varias heridas.
Los socorristas finalmente lo convencieron de subir a la ambulancia y permitir que lo curaran, pero apenas habían avanzado unas cuadras cuando otra vez se puso violento, los agredió y escapó del vehículo. No supieron cómo se llamaba y solamente lo identificaron como "el Chino", conocido ladrón en su barrio.
Sentí mucha pena. Lo conocí como un muchachito con la vida por delante. No sé qué le ocurriría, qué malas decisiones habrá tomado, qué malas influencias habrá tenido, para que ahora sea un delincuente atrapado en un círculo vicioso de miseria.

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