sábado, abril 04, 2009

Mi Buddha

Todo el día de ayer tuve la gran fortuna de recibir felicitaciones de mis amigos y familiares, también de mis cuates blogueros, ex-compañeros de empleos anteriores y hasta de Unicef y Hotmail... fue realmente un día muy bonito y esa es una de las razones por las que me encantan mis cumpleaños. No quisiera parecer presuntuoso, pero al reflexionar sobre las muchas muestras de afecto que recibo, pienso que he sido una buena persona y eso me motiva a tratar de ser un mejor amigo y un mejor hermano.
Por la tarde después del trabajo visité una tienda muy exótica en compañía de mi amigo el Pollo. Se llama Galerías El Triunfo, y en ella puedes encontrar muebles retro como sillas de acrílico, sillones que estuvieron de moda en los setentas, comedores hiper modernos, vajillas, estatuas de todos los tipos y tamaños, monos de peluche, figuras de animales desde miniaturas hasta vacas gigantescas, en fin, es el paraíso para los excéntricos, pero excéntricos billetudos porque la mayoría de los objetos son carísimos.
Yo desde hace tiempo buscaba una imagen de Buddha, pero en Monterrey son muy escasas y además muy caras. Sin embargo, en esta tienda encontré una variedad increíble: miniaturas, estatuas gigantes, cuadros, cabezas, bustos, figuras de cuerpo completo,lámparas, etc. Me gustaron varias de ellas, pero casi todas tenían un precio exorbitante. Finalmente me llamó mucho la atención una de ellas, de buen tamaño y a un precio un poco más razonable, y cuando pasamos a la caja el Pollo tuvo el gran detallazo de obsequiármelo. ¡Genial!

Saliendo de ahí cruzamos la calle para ir a cenar al Seúl, un restaurante de comida coreana; un rato después cayeron Héctor, el Lobo, Cosmo y Miguel, un cuate de ellos que venía de Guadalajara.
La comida estuvo sumamente deliciosa; tenían un fideo de batata que yo nunca había visto, parecían hilos de gel y sabía exquisito, aderezado con ajonjolí tostado que realzaba su sabor. Los diferentes estilos de arroz también estaban muy apetitosos. Yo probé un caldo muy rico y picante, con camarón, pulpo, fideo y diferentes verduras, el cual devoré hasta dejar el plato limpio.
En la mesa de al lado, un grupo de japoneses empleados de Bridgestone se la estaban pasando muy a gusto, con unas carcajadas estruendosas que a veces resultaban muy molestas, pero hice esfuerzos por no hacer caso y disfrutar mi cena de cumpleaños.
Con la panza llena y el corazón contento, nos despedimos y cada quien para su casa. Así terminó este día que ha sido uno de los más bonitos del año.

2 comentarios:

  1. woW!

    Parece lo pasaste mucho muy bien y con bonito regalo. Las figuras de Budah desde luego tienen todo un simbolismo pero en decoración son exquisitos para un ambiente lounge, muy relajado.

    Esa tienda que mensionas casi la puedo ver. Son el paraiso. Y estan fuera del alcance de mi bolsillo.

    Buena selección.

    Abrazo.

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  2. Me uno a las felicitaciones, me alegra que hayas pasado un cumpleaños en buena mesa y con excelente compañia... muchas felicidades !!!

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