martes, julio 07, 2009

Mi Búsqueda

Hace casi una década inicié, sin saber, una búsqueda espiritual que aún no concluye. Desde hace tiempo creo que existe algo más que esta dimensión terrenal que conocemos, y que la historia que cuenta la iglesia no alcanza a explicar la realidad, bien porque no sabe o porque no le interesa abandonar su status quo.
Nací en una familia católica y así fui bautizado, pero como tantos otros casi nunca iba a la iglesia. Pasados mis 30 años me acerqué a las iglesias "cristianas" y hasta me bauticé gracias a la insistencia amable de un pastor.
Desde el principio admiré que la gran mayoría de los "cristianos" sí que lee y estudia la Biblia, y la cargan siempre que asisten a la iglesia, a diferencia de los católicos que en general jamás la han leído y a nadie se le ocurre llevarla a misa.
Cuando asisto, me gozo con los cantos de alabanza y me emociona sentir la comunión espiritual de orar todos al mismo tiempo. No obstante, no me he llegado a sentir completamente identificado con el dogma. Rechazo la idea del "pecado original", y no creo que exista un Dios castigador y vengativo ni que sea necesario estar día y noche implorando perdón y "lava mis culpas, mi maldad", como dice la bella canción "Ven, te necesito" de Jesús Adrián Romero.



En todo este tiempo he leído innumerables textos de muy variadas corrientes filosóficas y religiosas, y poco a poco he ido desechando lo que no me inspira credibilidad.
Entre tantísimas cosas que me sería imposible enumerar recuerdo El Libro Blanco de Ramtha, que me impresionó mucho, los boletines de Nueva Conciencia, la organización Unity, la hermosísima e inspiradora Autobiografía de un Yogui y el enigmático y fascinante Kybalion. He asistido a muchas pláticas, conferencias y hasta a un kirtam de un centro de vaishnavas o “hare krsnas”.
Con el tiempo he llegado a descubrir que lo mío es la meditación. Al buscar esta palabra en Internet el año pasado, el motor de búsqueda me remitió a un sitio budista: estaban a punto de abrir un anexo de la Nueva Tradición Kadampa.
Asistí regularmente a las clases semanales que ofrecían sin compromiso, y gracias a ello di mis primeros pasos en la meditación, pero con el tiempo sentí que esta tradición es muy extremista y celosa, y hasta creo que sus enseñanzas no se apegan totalmente al discurso de Buddha Shakiamuni. Luego me empezaron a "invitar" insistentemente a inscribirme en un curso de cuatro años de duración, asistiendo a sesiones de dos horas dos veces por semana.
No tenía ni el dinero ni el tiempo suficiente. Además, ¿por qué ponerle precio, espacio y condiciones al manantial de sabiduría que se debería ofrecer libremente a quien deseara beberlo? Dejé de asistir pero continué aprendiendo y practicando la meditación.
Sigo estudiando la filosofía budista en otras fuentes, y cada vez me gusta más todo lo que mi limitado intelecto me permite asimilar. Comulgo con sus postulados de compasión y amor hacia todos los seres, y me uno a la búsqueda de la verdadera felicidad cultivando las virtudes y eliminando las emociones negativas. El reto es tener disciplina y llegar a aplicar todo ello a mi vida diaria.

3 comentarios:

  1. Yo tambien fui a la iglesia Cristiana por muchos años, yo no creo que Dios sea castigador ni nada de eso, la gente toma a Dios como le conviene.
    Un saludo

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  2. Hola cuando dejemos todos de ver la religión y peor aún Dios como instrumento de nuestras neurosis,de nuestra afan de controlar la vida de los demás veremos que nohay mucha diferencia entre las religiones.Ojala sigas en ese camino de la espirirualidad y encuentres lo que buscas..Un abarzo desde la sierra de Oaxaca,México.Gustavo.

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  3. Algo parecido a me ocurrió a mi, anduve vagando buscando algo que saciara mi sed y de muchas fuentes bebí pero ninguna saciaba mi sed...por ultimo di con las enseñanzas budistas, las cuales impactaron profundamente en mi, al mismo tiempo la filosofía de Nietzsche penetro en mis venas...y aun que me identificaba con las enseñanzas del Buddha, mi sed seguía estando ahí, no se apagaba. Acá en mi ciudad (Popayan-Colombia) es imposible encontrar un centro budista, así que todo lo que he aprendido sobre las enseñanzas de Buddha lo he aprendido por medio de lecturas y de la aplicación de estas lecturas a la vida diaria, haciendo esto y practicando la meditación za-zen he logrado comprender mi sed y aunque aun sigue estando ahí ya no me desespera...es bueno saber que no soy el único que se adentra en caminos extraños a causa de esa búsqueda que mueve el corazón. Un abrazo. :-)

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