sábado, mayo 11, 2013

Te Ves Muy TaB

Sigue fresco en mi memoria el recuerdo del refresco TaB, que yo sepa el primer refresco dietético comercializado en México, allá a principios de los ochenta, años antes de que saliera al mercado Diet Coke y posteriormente Coca Cola Light. Su sabor era muy peculiar, no puedo decir que delicioso, pero a mí me encantaba; además la forma de su botella y su textura rugosa eran muy agradables. Consulto información en la red y me doy cuenta de que pertenezco a esa minoría que fuimos fans de TaB y lamentamos mucho su desaparición a nivel mundial, en Estados Unidos parece que está de vuelta desde el año pasado, así que ojalá que también acá lo vuelvan a vender. El título de este post viene a colación por uno de los comerciales de esta bebida, en el que la pegajosa cancioncita decía "y ahora ven, mírate, te ves muy TaB". Hace unos cuatro años, después de recibir un importante diagnóstico médico, decidí que era hora de empezar a tener un estilo de vida más saludable. Lo que más trabajo me ha costado ha sido dejar el hábito de fumar: hice un intento en 2008 y duré más de un año sin cigarro, pero volví. Seguí fumando un par de años, nuevo intento; pero volví a recaer a los pocos meses. Actualmente llevo casi seis meses sin fumar, el último cigarro lo fumé el 20 de noviembre del año pasado, y espero que verdaderamente sea el último. Esa es mi intención. Acerca del ejercicio, nunca, pero nunca he sido amante del mismo. A lo largo de mi vida adulta he estado varias veces en gimnasios, pero tan sólo duro unas semanas y lo dejo por la paz, me parece sumamente aburrido y de verdad no puedo entender cómo hay tanta gente que se pasa horas en el gimnasio. Quizá se deba a que, como dice alguien que sabe del tema, los resultados no se ven enseguida, y como yo soy sumamente impaciente, pues abandono el gimnasio muy pronto. Estuve aprendiendo box, pero era sumamente extenuante para mí, y sin dejar de fumar, mucho más. Me gusta mucho caminar. Correr, casi no, también me parece muy aburrido dar vueltas y vueltas alrededor de un parque, viendo lo mismo todo el tiempo. A mí me gustaría correr una gran distancia de ida y luego de regreso, pero las calles de mi ciudad no se prestan para ello, ademá de que la inseguridad y la violencia estuvieron muy duras en años pasados. El año pasado ya me había decidido a comprarme una bicicleta. Estaba a punto de hacerlo, cuando empecé a sufrir unos fuertes dolores que culminaron con una operación casi casi de urgencia en la que me extirparon la vesícula, así que tuve que posponer el ejercicio en general y la bici en particular. Bueno, pues finalmente ya tengo mi bicicleta. Primero me paseé por las calles de mi colonia, sorprendido de no haber olvidado a andar en bici. La semana pasada ya la puse en mi porta-biciletas del carro y me fui por la mañana a la Calzada del Valle, donde se cierra el tráfico vehicular los domingos de 7 a 1 para que se convierta en un paseo familiar en donde la gente puede caminar, correr, pasear a las mascotas y andar en triciclos y bicicletas. Me da gusto que estos domingos familiares ya se estén haciendo en otros municipios también, incluyendo en donde yo vivo. Este ejercicio sí me gusta mucho, y pretendo seguir practicándolo por un buen, buen tiempo. Lo que me faltaba para vivir un estilo de vida saludable era... bajar de peso. Creo que desde los 25 años empecé a ponerme chonchis y dejé de ser la varita de nardo que siempre había sido antes. Nunca he llegado a la obesidad, pero sí al sobrepeso, particularmente se me nota en el abdomen abultado y ultimamente la espalda más ancha y adiposa, porque mis piernas y mis brazos han seguido siendo delgados. Es así que hace unos 15 días decidí tomar el asunto con seriedad y acudí a consultar a una nutrióloga, quien me empezó a asesorar y recomendó que, tomando en cuenta mi estatura y estructura ósea, debería bajar 12 ó 13 kilos. Empecé la dieta, y la he respetado el 99 por ciento del tiempo, si bien muchas veces me quedo con un hambre feroz, pues me encanta, me fascina, me gusta mucho comer. Hace un rato fui a la consulta de seguimiento, y después de hacerme varias pruebas me dijo que bajé 1 kilo y 100 gramos. ¿Qué? ¿Tanto sacrificio para eso? Sin embargo, la doctora me dice que fue un gran logro, pues de ese kilo cien gramos, 900 gramos fueron de grasa, y además reduje 3 centímetros de cintura. Vaya, eso sí, desde el momento que inicié desapareción esa espantosa inflamación de panza que era mi suplicio eterno. Ya me anda por bajar más de peso, así que seguiré dedicado a la dieta. Yo quiero estar saludable, pero también quiero verme muy TaB.

1 comentario:

Share Your Thoughts