lunes, octubre 12, 2015

Los Viajes Ilustran, Pero No Sólo Eso

"Los viajes ilustran" es una frase cuya certeza está bien comprobada, pero ahora, con mi más reciente viaje, me he dado cuenta de que, además de ilustrar, los viajes sirven para recuperar el ánimo, para relajarse, para olvidar sucesos traumáticos, para hacer un alto en el camino, para respirar mejor, para tomar un nuevo impulso, para apreciar la vida.
Hace dos semanas falleció repentinamente un querido sobrino, con quien he convivido desde que él era un niño pequeño y yo un adolescente que pasaba todas las vacaciones escolares en la Ciudad de México, donde él nació; en esas vacaciones escolares fui conociendo a mis sobrinos, creando lazos familiares que con el tiempo se harían muy fuertes.
Tras el temblor de 1985, muchas personas que vivían en el Distrito Federal quedaron muy atemorizadas y se mudaron a otras ciudades, y así como esas personas, mi hermana me llamó para avisarme que me mandaría primero a mi sobrino a Monterrey, y unos meses después se vendría toda la familia, pues su esposo aún debía conseguir la autorización para su traslado.
Y fue en un octubre que viajé a Villanueva, Zacatecas, el pueblo donde nació mi padre, para encontrarme con mi tío Félix, quien había llegado desde el D.F. junto con mi sobrino Enrique. Allí pasamos un par de días y luego tío y sobrino nos subimos a un camión que nos trajo a Monterrey.
A mis 19 años me convertí de pronto en su papá temporal: lo inscribí en la escuela, me encargaba de supervisar sus tareas, trataba de hacerle la vida más llevadera, en una ciudad extraña, lejos de sus papás y de sus amiguitos y rodeado de familiares a quienes él no conocía.
Nunca me olvido cómo se aferraba de mi mano cuando lo llevaba a la escuela, y cuántas noches se quedaba dormido mientras platicábamos en la oscuridad al final de un largo día.
Las semanas pasaron, no recuerdo cuántas, pero un buen día llegaron sus papás a Monterrey, se lo llevaron a vivir con ellos y la vida continuó, él creció se hizo un hombre, se casó y tuvo hijos, y a lo largo de este tiempo siempre hemos estado cerca, incluso fuimos compañeros de trabajo, pero luego él se retiró para formar su propia empresa.
Hace unos pocos meses me invitó a trabajar junto con él, para que me encargara de un proyecto separado de sus actividades principales, y fue así como nuevamente volvimos a estar juntos, trabajando cada quien en su oficina pero apoyándonos mutuamente, platicando, haciendo planes... planes que se quedaron en el aire, pues una tarde repentinamente se puso mal, intentó aferrarse a la vida aspirando el aire con fuerza, pero su corazón no pudo resistir el embate de un infarto fulminante. Por mucho que quisiéramos, no había nada que pudiéramos hacer su socio o yo mismo, lo llevamos al hospital cercano, pero llegó sin signos de vida. Con una tremenda impresión y un gran dolor, tuve que hacerme fuerte y avisar a su mamá, a su esposa, sus hermanos, a mi familia, estar presente, ayudar...

Entre esos planes que quedaron inconclusos, estaba su viaje al DF para asistir a un evento de trabajo, al cual finalmente acudí yo en su representación. Agradezco a la vida por esa oportunidad, porque fue como un homenaje para él, y ahora que lo pienso me parece como si a través de mí él hubiera regresado a su tierra a despedirse, a despedirse también de sus compañeros de profesión.
Buen viaje, Enrique, siempre estarás en mi corazón.

8 comentarios:

  1. Un abrazo mi Tino por la pérdida de tu sobrino.
    Qué joven!

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    1. Definitivamente, sólo 39 años, anticipábamos toda una vida por delante pero una vez más comprendemos lo incierta que es la vida. Saludos y gracias por leer.

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  2. Hay Tino que temporada la tuya. Mi más sentido pésame... Te leo, Te qiero, Te mando un fuerte abrazo.

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    1. De verdad que sí... ha estado duro este año, pero bueno, así es la vida... no todo son alegrías, todo es una dualidad. Abrazo fuerte.

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  3. Un fuerte abrazo compadre, sin duda una gran perdida y tan joven que era, pero los buenos recuerdos siempre quedaran grabados, animo...

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    1. Mil gracias mi Angello, definitivamente que quedarán muchos, muchos recuerdos grabados. Lo seguiré viendo en sus dos chavitos y en las dos nenas que dejó.

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  4. Ay, Tino! Qué triste! Lo lamento muchísimo. Me faltan palabras... Debe ser un golpe fuerte, para ti y para lo demás de la familia. Te mando mi mas sincero pésame.

    Con cariño,

    Kim G
    Boston, MA

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Kim, verdaderamente ha sido un golpe muy fuerte, del cual apenas nos estamos recuperando. La vida sigue y no queda más que sobreponerse y continuar. Hasta pronto.

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