viernes, noviembre 05, 2004

Desértico Torreón

Viajes cortos. Parece que tenía razón el horóscopo. Apenas la semana pasada estuve en Tamuín, y ayer hice un viaje relámpago a Torreón, mitad de trabajo, mitad de placer, acompañando a Héctor mi socio. Lleno de anécdotas y cosas Para empezar ni la desvelada... yo me levanté a las 6 y estuve listo muy temprano, pero él llegó por mi hasta las 9....
Luego en la carretera nos paró un Federal de Caminos.... nerviosismo mío, me asquean las “autoridades” nacas mexicanas, ante quienes uno está absolutamente indefenso. Íbamos en la minivan verde, que es un vehículo regularizado, el problema es que siempre te detienen dizque para revisar que la regularización sea legal. El tipo intentó amedrentar diciendo que eran falsos los papeles de regularización... pero afortunadamente Héctor le dijo: "Pues qué raro, esta camioneta es de mi hermana, y mi hermana es esposa de un compañero suyo".... Gulp, cuando el tipo supo el nombre del compañero quería que se lo tragara la tierra, nos dejó ir inmediatamente y ya no insistió sobre la supuesta regularización falsa. Cómo me enferma esto, uno como ciudadano común sin "influencias" está completamente a merced de estos patanes, en una carretera en medio del desierto.
En fin, primero llegamos a un pueblo que se llama San Pedro de las Colonias y está inmediatamente antes de Torreón. Ahí recuperamos 3 equipos, y platicamos con el hombre que nos ayuda a recuperar. Pueblo triste, casas de adobe, cayéndose.... muy deprimente. Si Monterrey parece desértico, qué se puede decir de aquellos rumbos. Dicen que allá llueve 3 ó 4 veces por año (¿quiénes dicen?).
Luego fuimos a Torreón y recogimos los equipos que ya ha recuperado el hombre que nos ayuda en esa ciudad. Después... libres. Fuimos a ver el famoso Renault 4... válgame, pobrecito carro, muy jodidito. Luego fuimos al centro, a una tienda de feng shui que yo conozco, y compré un adornito para el carro y Héctor una tortuga. Intentamos entrar a un acueducto subterráneo que los torreonenses acaban de descubrir, restaurar y abirr al público, pero no nos dejaron porque anoche precisamente era la inauguración oficial. Cenamos en el centro, y luego le hablé a Salomón, el otro tipo, que me iba a ayudar a conseguir un R8. Ya para esto eran las 8 y debíamos regresar, pero Salomón que sí, que ahorita te llamo, que esto y que lo otro... se le complicaba mucho... yo ya lo había dado por cancelado y ya íbamos a la salida de Torreón, cuando entra su llamada. Regresamos a la ciudad y nos vimos en un punto. Ahí nos recogió en un 206 y nos llevó a una serie de partes: fuimos a ver un R8 blanco, madreadísmo, nada que ver. Yo comenté que de plano ya me estaba cansando de ver carros tan madreados, y pensándolo bien no tengo ni el dinero, ni la energía ni el tiempo de emprender una costosa y larga reparación. Así que luego nos llevó a ver un Renault 5 negro de él, un poco mejor pero requiere algunas mejoras, a 13 mil pesos me lo da. Luego fuimos a ver un Renault 5 de su papá, precioso, no le falta nada más que encenderlo y traerlo a Monterrey. Está en excelente estado, pero no sé a cuánto lo vendan...
Por el momento no quiero saber nada de carros... ya no sé qué pensar ni qué quiero.... pero sé que me conviene esperar antes de tirar el dinero...debería invertirlo en algo que me produzca interés.
Este muchacho Salomón, mis respetos, nos trajo de un lado para otro, salimos de Torreón, Coahuila y entramos a Gómez Palacio, Durango y poquito más adelante a Lerdo, Durango, que es donde vive él y donde viven sus papás. Nos dedicó mucho tiempo, y no paró de hablar, se nota que es un apasionado de los autos y sabe mucho; además ha viajado mucho para conseguir piezas y demás accesorios. Me asombró mucho su confianza, pues sin conocernos nos subió a su coche y nos trajo por todos lados. También me sorprendió su disposición para regalarnos su tiempo... inclusive sin pedírselo. En esta ciudad ya somos tan duros, tan fríos, tan desconfiados... yo creo que yo no hubiera hecho lo que él hizo por un desconocido.Este recorrido con Salomón se llevó mucho tiempo, y él como si fueran las 10 de la mañana. Ya terminamos después de las 11:30 de la noche y a regresar.... veníamos rendidos y muy soñolientos. Héctor sentía que se le cerraban los ojos, así que me pidió que manejara la camioneta y así lo hice... me esforcé por espabilarme y disfruté manejar.... la carretera sola para nosotos, muy frío. Ya llegando a las curvas horribles de Saltillo por inercia se la devolví.... pero pensándolo bien yo hubiera podido llegar hasta acá, descubrí que lo que me estresa mucho es que la carretera venga llena, pero de madrugada estaba solitaria y muy agradable para manejar. Caí como un fardo a las 3:30 de la mañana, a regañadientes Héctor me llevó a la casa....

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