viernes, julio 11, 2008

Cadena de Favores


Quienes me conocen saben que no soy muy afecto a ver televisión. Generalmente veo solamente noticieros o películas, ya que la mayoría de los programas me aburren o me disgustan, pues casi todos son vulgares y nacos. Me gustan mucho los programas sobre detectives, detectives forenses, tecnología y ciudades del mundo que pasan por Discovery Channel o National Geographic Channel.
Ya tenía algunos días que ni siquiera prendía la televisión por la noche, pero ayer decidí darme un descanso y simplemente echarme en el sillón a ver TV, recordando aquello que escribió miles de veces el alocado Jack Nicholson en la película Resplandor (The Shining): "All work and no play makes Jack a dull boy" (Sólo trabajo y nada de juego hacen de Jack un niño aburrido).
Lo primero que vi fue un fragmento del naquísimo y vulgar programa de "Doña Márgara Francisca", en donde actúa el imbécil "comediante" Lalo España. Qué poca creatividad de los cómicos que hay actualmente, ya todos abusan del recurso chafa de vestirse de mujer y ponerse a decir idioteces y vulgaridades sin fin. Por supuesto, es lamentable y decepcionante que haya tanta y tanta gente que decide entretenerse con este tipo de espectáculos tan mediocres y se convierten en su fiel público. Por eso estamos como estamos, hundidos en la ignorancia y la miseria intelectual. En fin.
Después de tanto rollo, lo que quiero comentar es que vi una película que se llama Pay It Forward (Cadena de Favores), con Kevin Spacey, Helen Hunt y Haley Joel Osment, el niño que apareció en Sexto Sentido. El tema principal de la película es un movimiento que originó el niño, que consiste en realizar tres favores a tres personas distintas, sin que éstas lo hayan pedido; es decir, tiene que ser un favor inesperado. Cada persona que recibe un favor debe pagarlo haciendo lo mismo por otras tres personas, y así sucesivamente hasta formar una cadena de favores que se extiende por todo un barrio, una ciudad, un estado, un país, el mundo.
Aunque este concepto no es nuevo, me gustó mucho recordarlo y pensar en todos los beneficios que se podrían obtener si nos decidiéramos a ponerlo en práctica. Qué bendición recibir una ayuda inesperada, como obtener algo que necesitas y no puedes comprar, o encontrar que un problema que no podías solucionar ya fue arreglado misteriosamente por alguien que no conoces (o probablemente sí).
Qué bonito sería que todos pudiéramos llevar a la realidad esta idea. Yo por lo pronto, siempre que me acuerdo pongo más monedas en el parquímetro cuando retiro mi carro, para que el siguiente conductor no tenga que pagar...
Pero ahora que me acuerdo, en esta ciudad ya no hay que ponerle monedas a los parquímetros. Esta ridícula idea se le ocurrió al retrasado mental alcalde de Monterrey, el famoso Adalberto "Madedito" (no quiero parecer irrespetuoso con las personas con capacidades diferentes, pero creo que un retrasado mental no puede ni debe ser postulado ni mucho menos elegido como gobernante de ninguna población), como única solución para el problema del robo descarado que llevan a cabo desde hace varios meses las ratas de la Dirección de Parquímetros, encabezadas y solapadas por su director, Ernesto Cantú Garza.
"Ordeña" de parquímetros, retiro de aparatos y omisión de multas a cambio de un "moche" son algunas de las irregularidades que salieron a relucir recientemente.
Creo que la solución no es dejar de cobrar el estacionamiento. Sí, se dice que los ex-empleados se quedaron con las llaves que abren el aparato y dan acceso a las monedas. Pero, ¿no sería posible cambiar las cerraduras? Quizás sería menos costoso que la mariguana idea de deshacerse de todos esos parquímetros y sustituirlos por aparatos similares pero con tecnología de punta, que costarán una millonada.
Qué decepcionante tener un alcalde tan inepto como Adalberto Madero, que no puede controlar a esos funcionarios mediocres y ratas, pues como este caso debe haber muchos.

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