miércoles, febrero 04, 2009

Resplador de la Luna en el Patio

Disfruto mucho admirar el cielo, mirar las estrellas y particularmente la luna. En los últimos años he adquirido el hábito de estar muy pendiente de las fases lunares, y así he aprendido a apreciar la belleza no sólo de la luna llena, sino también de una luna nueva o de un cuarto creciente, que es la fase en la que estamos en estos días.
Anoche fui al patio a dar de comer a los perritos, y me quedé maravillado al observar la sombra de mi pequeño árbol de anacahuita, proyectada sobre el piso gracias al resplandor de la luna. La claridad era tan impresionante que parecía de luna llena; la luz, densa, casi se podía tocar.
Me alegré por poder ser testigo de esta visión tan bella, y pensé en cuántas veces dejé de observar estos fenómenos tan hermosos, por considerarlos tan comunes, por estar ocupado en tantas actividades sin sentido; mirando sin ver.
De no haber sido una noche tan helada, me hubiera gustado tanto poner una silla y quedarme así, bajo la luz de la luna y junto a la sombra de la anacahuita; meditando, concentrado en el momento preciso, en el "ahora". Otra vez será. Hay más luna que vida.

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