lunes, julio 26, 2010

Mr. Fotógrafo


Un comentario del buen Arévalo en mi entrada anterior me hace pensar en sacarle más provecho a mi cámara fotográfica. Él me sugiere que publique fotografías de mi ciudad para las personas que todavía no han venido a conocerla.
Y me parece buena idea. Se me ocurre tomar unas buenas fotografías tratando de pasar por alto las escenas típicas que todo mundo conoce, como el Cerro de la Silla, la Macroplaza y el Paseo Santa Lucía, y en vez de ello captar lugares, personas y momentos que sean muy regiomontanos pero no tan conocidos.
Me gusta mucho tomar fotografías, pero creo que me da mucha flojera andar cargando la cámara por todas partes. Luego sí la cargo pero se me olvida que la tengo a la mano y dejo pasar momentos muy "de fotografía". Pero como dije antes, este comentario ha resucitado al fotógrafo que soy.
Y es que hace muchos años, cuando empecé a trabajar en un periódico, yo no solamente fui redactor, sino también fotógrafo. Recuerdo que mis compañeros, fotógrafos expertos, me adentraron en el mundo de la fotografía y gracias a ellos conocí no sólo los principios básicos, sino algunos trucos y efectos especiales: retrasar la obturación, manejar diferentes velocidades, diferentes aberturas, varios tipos de lentes, fotografía hermosísima en blanco y negro, ASA 100 ó ASA 400...
Por supuesto, era la época de las cámaras reflex. Cuántos rollos tomé con mi fabulosa Canon profesional, haciendo pruebas y más pruebas hasta sacar fotografías realmente originales, desde ángulos poco comunes, personas captadas en poses absolutamente espontáneas (pues desde siempre detesto las fotos donde la gente "posa", luciendo sonrisas congeladas y posturas ridículas y falsas).
De pronto llegaron las cámaras digitales y todo mundo quería tener una. Yo compré una HP pero la tuve guardada en su caja casi un año: no la quería. Cómo iba a quererla, si con ella no había posibilidad de alterar las aberturas, las velocidades de obturación, nada, solamente oprimir un botón y ya. Ella tomaba las fotos, no yo.
Sencillamente no me convencía. No me resignaba a aceptar que había llegado la era de la fotografía digital.
Con el tiempo empecé a usar mi cámara digital, le fui tomando el gusto y fui aprendiendo a utilizar sus funciones. Sigo pensando que les falta mucho para compararse con las reflex, pero quizá es porque no tengo una profesional. Sus ventajas indiscutibles son la inmediatez y la practicidad: en un segundo puedes ver si quedó bien la foto o si es necesario repetirla, y nada de rollos, revelado e impresión. La transfieres a la compu o la mandas por email y ya está.

3 comentarios:

  1. Tino si las digitales son lo de hoy, a mi me impacientaba esperar a ver si habian salido bien ja ja ja, hoy no, tomas miles de fotos las checas en la compu y borras las fotos feas y dejas las chidas digo, asi todos parecemos profesionales, si hasta yo que no se leer me aviento fotos perruscas.
    Un abrazo

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  2. Esperaremos con ansía esas fotos que seguramente saldrán muy buenas.



    Beso.

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  3. No hay como la fotografía de antaño, yo también soy afecto a la fotografía, tengo una gran colección de cámaras de rollo (film) de 35mm con lentes, filtros y aditamentos de todas clases y tamaños, en los últimos años he comprado también algunas digitales, pero no se comparan a las antigüitas, con esas si demuestras que tan buen fotógrafo eres, además de que les puedes dar los ajustes necesarios ahí en el lugar que estas tomando la fotografía, lleno de tranquilidad y paciencia.

    Saludos y no deje de mostrarnos las fotos que tome.

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