domingo, abril 10, 2016

Chiapasionándome: el Cañón del Sumidero

Apenas clareó el día, me di un buen baño y ordené mis maletas; era la hora de abandonar Tochtlán (lugar donde abundan los conejos) para continuar con la travesía por Chiapas. Ya me había informado que la terminal de los colectivos que pasan por el embarcadero se encontraba justamente a espaldas del hotel, y hacia allá nos dirigimos.
En el restaurante, con vista al Río Grijalva.
Como el trayecto es muy corto, llegamos muy temprano, apenas habían abierto los puestos de artesanías y el restaurante que se encuentra en la planta alta del embarcadero de Cahuaré, no habían empezado los recorridos porque éramos los primeros en llegar. Así que desayunamos en completa calma, sin ninguna clase de aglomeraciones, en una mesa con vista a las tranquilas aguas del río Grijalva, el segundo más caudaloso del país (Wikipedia dixit).
Poco después bajamos al embarcadero a comprar los boletos, cargábamos las pesadas maletas pero afortunadamente el vendedor nos ofreció amablemente cuidarlas mientras regresábamos, qué gran ayuda. Ahora sólo restaba esperar a que llegaran más turistas para que se llenara la lancha e iniciar el primer recorrido; pronto llegó una familia completa de capitalinos, todos nos colocamos chalecos salvavidas, ocupamos hasta el último asiento y empezó la travesía.

El Cañón del Sumidero forma parte del escudo de Chiapas.
Viajar en cualquier tipo de embarcación no es lo mío, me llena de ansiedad y de temor, pero logré mis miedos, respirar profundamente y confiar, decidido a disfrutar al máximo este maravilloso paseo. Lentamente empezó a deslizarse la lancha por las aguas del río, y conforme entraba en el cañón el experto conductor imprimió mayor velocidad y con ello empezó a soplar con gran fuerza un viento helado,cómo disfruté llenando mis pulmones de este aire refrescante y puro, mirando hacia el cielo.
Cuando vayan a este paseo, será mejor que guarden sus gorras y sombreros, si no lo hacen el viento se las llevará y será la última vez que los vean. Ah, y no olviden, como yo, aplicarse bloqueador solar, este consejo me lo agradecerán. 
"El árbol de Navidad".
Durante nuestro recorrido, el conductor detuvo la marcha varias veces para que pudiéramos apreciar a los cocodrilos, garzas, cormoranes y monos araña, aunque el lugar es hábitat de muchos otros animales, como las tortugas; hay algunas en peligro de extinción, pero afortunadamente este parque nacional es un lugar protegido. También hubo algunas paradas para observar las formaciones rocosas del cañón, como la del Árbol de Navidad; se detuvo también en una capilla dedicada a la Guadalupana, a donde llegan procesiones de sus devotos el día 12 de diciembre.
Conforme avanzábamos, apreciábamos que los cerros que forman las paredes del cañón iban haciéndose cada vez más altos, el guía nos dijo que algunos rebasan los 1,000 metros de altura. Existen varios miradores, desde los cuales imagino que la vista es espectacular; pero nada se compara con recorrer el Cañón del Sumidero en lancha. El guía también nos dijo que la profundidad del río era mucho mayor en ese punto; pero yo preferí no pensar mucho en ello.
Un cocodrilo asoleándose.
La parte final del recorrido es la presa hidroeléctrica Chicoasén, después de admirar esta obra monumental el conductor describió una amplia curva y se detuvo un momento para que pudiéramos comprar jícamas, tortas, agua, refrescos y otros productos en lo que llamó "un Oxxo flotante". Muy conscientes, los vendedores nos dieron una bolsa para que pusiéramos la basura al terminar de consumir nuestros productos, evitando así que personas inconscientes la arrojen al río.
El viaje de regreso al embarcadero fue más directo, solamente nos detuvimos para admirar a un par de enormes cocodrilos que tomaban el sol despreocupadamente sobre unas piedras.
Me felicito por haberme deleitado con la visita al Cañón del Sumidero, fue una gratísima experiencia que se ha quedado impresa en mi memoria.

La presa Manuel Moreno Torres, "Chicoasén".
Salimos del embarcadero, recogimos nuestro equipaje y caminamos unas calles hacia la carretera, para tomar un colectivo. Mi corazón latía ansioso por llegar al siguiente punto de la aventura chiapaneca: San Cristóbal de las Casas.





2 comentarios:

  1. Hola Tino!
    Parece que tu viaje es muy interesante. Espero que siga así.

    Estoy un poquito curioso de porque regresaste a este sitio. No te gustó Wordpress? Me resultó difícil encontrar este sitio de nuevo porque había borrado todos los enlaces.

    Saludos,

    Kim G
    Boston, MA
    Donde he regresado por un par de semanas.

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    Respuestas
    1. Hola, Kim, gracias por leer. Estoy muy feliz de haber visitado Chiapas por fin, me divertí mucho y conocí lugares muy hermosos, me gustó tanto que quiero regresar pronto, y esto es mucho decir porque normalmente no me gusta repetir lugares que visito. Bueno, con respecto a tu pregunta, en realidad no puedo decir que me gustó Wordpress pero tampoco que no me gustó, no lo pude conocer totalmente y además estoy muy acostumbrado a blogger, donde es muchísimo más fácil escribir y todo, absolutamente todo aparece en una sola página. La razón más importante por la que regresé es que casi NADIE me lee en Wordpress, ni mucho menos escriben comentarios. Saludos, espero todo vaya bien en Boston.

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