A principios de año mi sobrino Héctor me había comentado sobre un viaje reciente que habían hecho él y Josefina su mujer (sobrina del artista) a Irapuato, y cómo habían quedado maravillados al admirar las obras que el maestro luce en los muros de su casa. En ese momento supe que tenía que ir a conocer al artista y su obra.
Fuimos recibidos por Ivonne Almaraz, la hija menor del maestro, quien es una gran conocedora de la técnica de su padre y es capaz de reconocer sus trazos cuando surge la duda sobre la autenticidad de alguna obra, pues el maestro ha estampado más de tres firmas distintas en sus pinturas a lo largo de su gran trayectoria.
Cómodamente sentado en su sillón se encontraba el artista Salvador Almaraz, quien se disculpó por no poder atendernos de mejor manera, pues convalece de una reciente caída; su fina manera de expresarse me hizo pensar que se estaba disculpando y nos invitaba a regresar en otra ocasión... sin embargo, no fue así, y además de permitirnos admirar su obra, nos ilustró con muchos detalles sobre la historia detrás de algunos de sus cuadros y murales.
Observé en uno de los muros una foto en la que aparecen el maestro, el expresidente Luis Echeverría Álvarez y Fidel Castro. Esto dio pie para que Salvador Almaraz evocara aquellos años que pasó en Cuba, en donde realizó varios murales a solicitud de Castro, quien lo consideraba un colaborador cercano y lo acompañaba en sus diferentes actividades.
El maestro comenta que Fidel Castro le ofreció que se quedara en la isla, en donde tendría trabajo y alojamiento seguros, pero él rechazó la oferta "porque extrañaba mucho mi tierra".
Uno de los muros lucen los retratos, realizados por Almaraz, de los muralistas Siqueiros, Orozco y Diego Rivera; en realidad son los bocetos, pues me informó Ivonne que los originales se encuentran en la residencia de Don Luis Echeverría, amigo personal de su padre.
Llamó mi atención otro estupendo retrato de la gran cantante mexicana Lola Beltrán... supe también por Ivonne que a ella le gustaba ensayar para sus conciertos en la casa donde vivió el pintor por muchos años en la Ciudad de México, y mientras ella ensayaba, el maestro Almaraz la pintaba; hay al menos dos obras: Paloma Blanca y Paloma Negra.
A lo largo de su fructífera existencia, el maestro conoció a grandes personajes del mundo del arte, la cultura y la política; nos regaló sabrosas anécdotas sobre Diego Rivera, Cantinflas y también sobre el Flaco de Oro, Agustín Lara; "ese sí era todo un caballero"; también recordó a presidentes como Adolfo López Mateos, quien era un gran mujeriego "pues era un hombre muy apuesto, con mucha presencia".
Almaraz nos comentó que él ha pintado los retratos de varios expresidentes, los cuales se encuentran en Palacio Nacional.
Evocó recuerdos muy antiguos de su niñez, como cuando le cortaba el pelo a sus hermanas para hacer pinceles y ponerse a pintar, pues no había recursos. También contó, con la voz emocionada, que su padre supo reconocer su talento desde sus primeros años y con mucho esfuerzo le pagó a un maestro de pintura para que le enseñara la técnica.
El maestro Salvador Almaraz nació con un don para plasmar en un cuadro no solo lo que veía con los ojos abiertos, sino también lo que soñaba; él mismo cuenta como muchas veces se levantaba a mitad de la noche y se ponía a pintar lo que minutos antes aparecía en sus sueños. Si alguien le pregunta qué significado tiene alguna de estas obras abstractas, él responde: "Yo qué sé, es simplemente algo que soñé".
Mural de la Identidad, en Irapuato, obra de Salvador Almaraz. |
En sus retratos logra captar la auténtica esencia de la persona, aún sin conocerla; es por ello que los cuadros parecen tener vida y revelan una personalidad que desconocen hasta las personas más cercanas a los modelos.
Llamaron mi atención dos soberbios autorretratos, "ese es el verdadero reto de un pintor, ahí se pone a prueba su talento".
Sobre un caballete improvisado en la sala de su casa se encuentran unos cuantos bocetos en los que sigue trabajando este incansable artista, porque como él mismo dijo refiriéndose al arte: "esto no se acaba, es para toda la vida".
Gracias a la amabilidad de Ivonne Almaraz, pudimos entrar al espacio más íntimo del artista: su estudio. Cuántos bocetos, cuantas obras en proceso... admirando todo ello verdaderamente me sentí en un lugar sagrado y di gracias por la gran fortuna de estar ahí.
Con tanto talento, es difícil para mí comprender por qué la obra de Salvador Almaraz no ha tenido tanta difusión como la de otros artistas, aunque creo que se debe a la personalidad seria y discreta del maestro, siempre dedicado a su familia y viviendo una existencia totalmente alejada de la vanidad y el protagonismo.
Una buena noticia es que en fecha próxima una institución universitaria de la ciudad de León inaugurará un museo con una sala dedicada enteramente a la obra de Almaraz.
Un rato después, con una exquisita cortesía el maestro se despidió pues tenía que retirarse a descansar. Yo me atreví a preguntarle por qué no tenemos un mural suyo en Monterrey, pues los hay en países como Cuba y Chile, y en nuestro país en la Ciudad de México, Veracruz, Irapuato, y Saltillo (Palacio de Gobierno), a lo que me respondió: "Porque no me han invitado, invítenme y voy".
Y yo me quedo pensando...
Gracias por una entrada tan interesante!
ResponderBorrarI have never heard of this painter, but from the photo you posted, I like his work very much. How fortunate that you were able to meet him personally! Do you know where in Mexico City I would be able to find his murals?
Saludos,
Bill
Me da mucho gusto que te haya gustado, Bill. Ese mural que aparece en la foto está soberbio, imagínate la labor de seleccionar piedra por piedra, los colores exactos, la forma precisa para formar las diferentes imágenes... una gran obra. En la ciudad de Irapuato hay otros murales del maestro, anímate a visitar. Acerca de murales en la Ciudad de México, encontré este artículo: http://www.revistas.unam.mx/index.php/cronicas/article/viewFile/24573/23154
BorrarYo no sabía nada de él, y el mural no me parece familiar. Ya ves tú, hay tanto que uno no conoce de su propio país.
ResponderBorrar¡Qué bueno que pudiste hablar con él y que se mostrara tan amable! Siempre es interesante saber más de los artistas, le hubieras hecho una mini-entrevista!
Me da gusto que a través de este medio más personas puedan conocer la obra de este gran artista mexicano. Hay mucho material sobre él en YouTube y también en otros sitios de Internet. Y sobre la entrevista, el maestro se encontraba convaleciente, pues producto de la caída se fracturó varias costillas. Espero que haya otra próxima visita, saludos.
BorrarQué afortunado fuiste por entrar a su estudio. Confieso que tampoco habia escuchado/leído sobre él pero nunca es tarde para conocer sus obras de arte.
ResponderBorrarDe verdad que fue todo un privilegio, el maestro tiene casi 84 años y si no fuera por la caída seguiría pintando. Seríamos muy Afortunados de tener un mural suyo en Monterrey.
Borrar¡Qué fascinante! Y que suerte tienes de poder visitarlo en su propia casa. Me siento envidioso.
ResponderBorrarSi conoces a algún político, debes de sugerirle que le invite a Almaraz a pintar. Eso enriquecería la ciudad.
Saludos,
Kim G
Redding, CA
Donde hay un solo museo y eso es la casa antigua de un juez de aquí.
Es muy buena idea... es tiempo de elecciones y los políticos están vueltos locos, pero en unos tres meses ya habrá cambio de Presidente de la República y de gobernadores en varios estados.
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