sábado, noviembre 10, 2012
Me Duele Hasta la Piel
Así se llama una de las canciones del último disco de Carla Morrison. Estos días he vuelto a escuchar música antes de dormirme. No lo hago muy seguido, y quizá por ello lo disfruto enormemente. Con la tranquilidad de la noche, y gracias a los audífonos, me emociona mucho apreciar notas, sonidos, instrumentos que antes no había captado. Los percibo a través de mis oídos pero llegan hasta el fondo de mi corazón y me dan una extraña felicidad.
En esta canción en particular, he descubierto un sonido que identifico como una pulsación de la cuerda de una guitarra o instrumento similar, tan solo dos rasgueos, uno, dos... pasan unos segundos y nuevamente uno, dos... confundidos entre voz, coros y todos los demás instrumentos, pero una vez identificados están siempre ahí, nítidamente preciosos.
Ya va siendo tiempo de empezar a hacer ejercicio otra vez, cuando menos caminar o correr, y creo que para hacerlo más disfrutable sería buena idea comprarme un mini-reproductor de mp3, porque el que tenía ya jamás funcionó. ¿Qué nuevos sonidos escucharé?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
¿Nuevos? Muchos, todos los que tu sensibilidad te permita.
ResponderBorrarBeso