sábado, mayo 11, 2013

De Madres y Plantas

Ayer fue un caluroso día de las madres. Como que ya hacía falta sentir un día así, vertiginoso, de fiesta, con mucho tráfico, con mucha gente en la calle visitando los panteones, apresurada comprando ramos de flores, regalos, comida. En mi trabajo nos dieron la salida a las 2 de la tarde. Abordé mi carro, que estaba ardiendo de calor, y avancé unas cuadras, pero pronto tuve que detener la marcha porque ahí están dos de los panteones más antiguos de la ciudad, y a su alrededor decenas y decenas de puestos y negocios de flores. Uno, dos, tres cambios de semáforo y ahí seguíamos, pero sin impacientarnos, sin tocar el cláxon, aguantando vara. Por fin pude pasar la intersección de Venustiano Carranza y me detuve por ahí, junto a un puesto de flores improvisado. Llevé un ramo de rosas color lila para mi mamá y un paquete de 24 rosas rojas para repartir a mis hermanas, cuñadas y sobrinas que ya son mamás. De paso compré ahí junto dos pollos, uno rostizado y uno asado. Listo, ahora sí a comer a la casa de mi mamá, ya tenía mucha hambre. Me da mucho gusto llegar y ver que hay tanta gente: mis hermanos y hermanas, mis sobrinos y sobrinas, sobrinos nietos, la casa llena con un gran bullicio. Mi mamá estuvo muy feliz, muy felicitada y querida, feliz con sus flores y sus retoños. Y pasé toda la tarde ahí, platicando, cómo nos gusta platicar a todos los de mi familia. Hacía falta, ya que no nos habíamos reunido desde hace tiempo. Mi sobrina Mireya puso orden desde el domingo pasado a la selva de plantas y macetas que ha acumulado mi mamá sin ton ni son en el patio, que no se podía ni caminar. Ahora sí todas las plantas están dispuestas en forma muy ordenada junto a las paredes, dejando libre el centro del patio. Nos pusimos a admirar las plantas, y aproveché para traerme unas cuantas: una planta con hojas como de lechuga pero muy duras y que parece almendro, una planta de chile y un tulipán; de pilón, en una de las macetas venía una planta de aguacate. Llegué a mi casa ya casi a las 8, a punto de oscurecer, y me dediqué a sembrar las plantas en tierra, todas excepto el aguacate, éste decidí seguirlo cuidando en su maceta hasta que se convierta en un arbolito joven que plantaré en el parque de mi colonia. Disfruto mucho cavar la tierra, hacerles un buen espacio, depositarlas en su nuevo hogar y cubrirlas nuevamente de tierra antes de regarlas bien. Poco a poco mi jardín va luciendo como siempre lo había querido, lleno de plantas. Afortunadamente a Rodolfo también le gustan las plantas y me ha ayudado a plantar y cuidar algunas, como la Nochebuena que compré en diciembre para mi oficina, o una planta decorativa que se trajo de un jardín que está cerca de su trabajo, y las semillas de chile que me dio mamá haca unos meses. Hace mucho que mamá no viene a visitar mi casa, pero no importa, una parte de ella ya está en mi jardín: en todas esas plantas que ella cultivó con muy buena mano, que hizo crecer a partir de una ramita, de un retoño, ahora me alegran la vista y el corazón.

2 comentarios:

  1. pues quye bonita reunion tons. uno de mis grandes sueños a futuro es el de una familia grande..o bueno, mas grande que ahora jeje, es lindo.
    tambien tengo en casa un monton dde plantas, y gracias a una buena mano, se estan dando frutos de este entusiasmo, :-3
    te mando saludosos!!

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